Desde el jueves 17 y por los próximos quince días se encuentran expuestas las hermosas tallas de madera realizadas por el artista chaqueño, Meko Soler.
En la presentación del día jueves, Soler se mostró sorprendido por la forma en que fueron presentadas sus obras y resaltó la emoción que sintió al entrar a la Casa de la Cultura de 25 de Mayo y ver el respeto y el amor con que se había presentado su material.
Meko Soler nació el 12 de octubre de 1949 en Presidencia Roque Sáenz Peña, la segunda ciudad más poblada de la provincia del Chaco. Transitó una infancia difícil y asistió desde los 10 años a clases de dibujo donde comenzó a demostrar
su virtuosismo.
Cuando llegó a la Provincia de Buenos Aires, a sus 19 años, el escultor residió en San justo, en San Fernando y en Capital, para establecerse definitivamente en Avellaneda. Una vez allí, tomó contacto con el escultor Pascual Filippo, con quien aprendió el oficio de la talla en madera, orientado principalmente a la decoración de muebles.
Más tarde, ya como un especialista en la talla de ornato, Soler empezó a frecuentar la Mutual de Bellas Artes. Allí se cruzó con dos grandes escultores que fueron sus principales referentes. «Aprendí modelado con Carlos Marccesoti y más tarde fui ayudante de Enrique Gaimari, ambos ganadores del Gran Premio del Salón Nacional», destacó el escultor, que en el camino también hizo cursos de croquis con los profesores Antonio Pujía y Carlos Distéfano.
«Hay un lugar en el mundo donde vos te afincás y te hacés fuerte», admitió el artista, con relación a Avellaneda, ciudad, que lo cobija desde hace más de 30 años.
Soler ha hecho innumerables exposiciones y ha participado en distintos salones de artes plásticas nacionales y provinciales, realizó muestras individuales y grupales e integró encuentros de escultores.
La Universidad de Buenos Aires (UBA) le compraba sus esculturas, para obsequiárselas a distintas personalidades que venían al país. Entre esas figuras de renombre internacional se encontraban Jacques Chirac, el Dalai Lama, Kofi Annan, Chiara Lubich, Romano Prodi, entre otros. «Todos los que venían a dar conferencias al aula magna de la Facultad de Derecho recibían una escultura mía», destacó el autor, quien ha logrado que sus obras recorran el mundo, sin él haber atravesado las fronteras de nuestro país.
«Uno no puede eludir el destino. Mi vocación ya la tenía incorporada cuando nací. Lo que me faltó fue la humildad para aprender. Porque siempre supe que tenía la capacidad, pero no quería aprender. Pero con tantos golpes que te da la vida te das cuenta que nunca se termina de aprender y es ahí donde realmente empezás a hacer obra» expresó el escultor.
Bienvenida
La Directora de Cultura, Marina Cicala dio la bienvenida al artista y presentó su obra.
“Meko Soler es un obrero de la madera que todos los días se levanta para proyectar algo que trascienda más allá de su persona” dijo Cicala. “Sin dudas las artes, las distintas disciplinas artísticas comparten algunas cosas como las estructuras, los procedimientos, los conceptos, es decir, el proceso, lo que no compartirán nunca es el objeto artístico, la obra acabada. Las obras nacen una y mil veces, el primer nacimiento es aquel momento en que el autor considera que sobre "ese trozo de madera" ya volcó todo lo que tenía para dar y una vez que el proceso creativo y compositivo se cierra, la obra renacerá cada vez que se produzca un encuentro entre ella y una mirada, cada vez que se logre una alianza entre lo concreto y nuestra subjetividad”.
“Es necesario resaltar que Meko tiene un plus que demuestra que es una persona de gran sensibilidad, porque además de crear es también capaz de enseñar. Bienvenido a Veinticinco de Mayo, es un orgullo para nosotros recibirte en nuestra casa” dijo la Directora de Cultura, quien agradeció a la Secretaria de Gobierno Julieta Masagué y la Intendente Municipal Victoria Borrego, el apoyo para llevar adelante la muestra.
