23/8/16

El día en que la #Tierra entró en #default

Tal como ocurriría con nuestras finanzas particulares si gastáramos todo nuestro dinero para el año antes de tiempo, el pasado 8 de agosto el planeta entró en déficit, pero ecológico. La fecha, conocida como “el Día del Exceso de la Tierra” (overshoot day, según su denominación en inglés), indica el momento en que la humanidad llegó a agotar por completo el presupuesto que la naturaleza tiene disponible para el año completo y está elaborado en base a un cálculo que desarrolla la Red Global de la Huella Ecológica (Global Footprint Network), un centro internacional de investigación que monitorea el modo en que el mundo gestiona sus recursos naturales. Según este cálculo,
muestra demanda de recursos renovables y servicios ecológicos este año es equivalente nada menos que a 1.6 planetas. Esto significa que ahora la Tierra tarda un año y seis meses para regenerar lo que utilizamos en un año.

El concepto es tan simple como preocupante: demanda infinita para un planeta de recursos finitos que enfrenta además el enorme desafío de frenar el cambio climático, el mayor problema ambiental que debe asumir la civilización. Mientras la población y las economías crecen, los recursos de la tierra siguen siendo los mismos. Algunos informes de la ONU sugieren que si las tendencias actuales de la población y consumo continúan en un escenario como el actual, a mediados de la próxima década vamos a necesitar el equivalente a dos planetas.

Los impactos del exceso del gasto ecológico son evidentes ya hoy en la escasez de agua, la desertificación, la erosión del suelo, el sobrepastoreo excesivo, la deforestación, la rápida extinción, el colapso de la pesca y, por supuesto, el cambio climático global. Fue a principios de 1970 que nuestro planeta entró en exceso global y desde entonces la fecha se adelanta cada vez más. En 1993 cayó el 21 de octubre, en 2003 fue el 22 de septiembre y este año llegó el 8 de agosto, cuatro días antes que en 2015.

La metodología que se utiliza para determinar qué día comienza el “sobregiro” usa un cálculo que se obtiene dividiendo la biocapacidad del planeta –que es la cantidad de recursos ecológicos de la Tierra es capaz de generar ese año– por la huella ecológica de la humanidad, que es la demanda de la humanidad para ese año. Esa relación se multiplica por 365.

Un componente importante de la huella ecológica es la huella de carbono, que representa la superficie de Tierra requerida para absorber las emisiones de dióxido de carbono. Hoy en día, la huella de carbono constituye el 60% del total de la huella ecológica de la humanidad. En diciembre de 2015 cerca de 200 países firmaron un histórico acuerdo en la Cumbre de Cambio Climático de París, en el que se comprometieron a cumplir con una serie de metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Dichos compromisos deberán, entre otros indicadores, disminuir la huella de carbono, hoy estimada en un 60%, a cero para 2050.

En términos de exceso y deuda ecológica, no todos los países están en idéntica situación. Algunos como Australia, Estados Unidos, Suiza, Corea del Sur, Rusia, Alemania y Francia están al tope del ranking. Argentina está también entre los diez países con mayor biocapacidad del mundo para producir recursos y proveer servicios ambientales, por encima de la huella ecológica que produce. Tenemos más reservas que déficit. Sin embargo, la performance ambiental argentina ha arrasado con una importantísima parte de nuestros recursos y es prioritario redoblar esfuerzos para aumentar nuestros compromisos de lucha contra el cambio climático.

A escala global son los gobiernos quienes deben encontrar las estrategias y en términos más particulares, cada individuo tiene mucho por hacer en cuanto a la sostenibilidad de su propia huella ecológica. Los expertos afirman que la humanidad puede vivir con menos de un planeta al año. ¿Será posible?