En un mundo organizado con horarios y responsabilidades, a los noctámbulos se los suele tildar de indisciplinados por quedarse despiertos hasta altas horas de la noche y de vagos por dormir hasta tarde. Sin embargo, según una nueva investigación, no es su culpa tener el ciclo de sueño desincronizado, sino que está en sus genes.
via GIPHY
La revista Cell publicó un estudio en donde revelan que las personas que se van a dormir tarde y les cuesta levantarse por la mañana tienen una mutación genética que disminuye la velocidad de su reloj circadiano, que se encarga de regular los patrones de sueño y vigilia.
Aquellos que tienen mutaciones en el gen llamado CRY1 mostraron demoras para dormirse y permanecieron despiertas entre dos y dos horas y media más que aquellos que no tenían la variante del gen.
Alina Patke, autora principal del estudio, dijo: “Los portadores de la mutación viven días más largos que los que da el planeta; por eso, básicamente se pasan la vida intentando ponerse al día con el resto del mundo”.
via GIPHY
Entre las consecuencias que puede ocasionar vivir con un ciclo de sueño desfasado se encuentran: problemas para conciliar el sueño, problemas para despertar e incluso que tengan una siesta larga en lugar de una noche de sueño completo y reparador.
Normalmente, el problema se diagnostica como un trastorno de fase de sueño retrasado (DSPD). Esto se asocia con graves efectos en la salud como ansiedad, depresión, enfermedades cardiovasculares y diabetes. Los estudios muestran que el DSPD afecta hasta a un 10 por ciento de la población.
por Redacción Rumbos | twitter @RumbosDigital |
Abril 2, 2018
