Si estás intentando perder peso, tenés que consultar a un nutricionista para que te dé un plan que se adapte a tus necesidades. Pero más allá de los alimentos, existen algunos trucos visuales que van a ayudarte a adelgazar.
Así como un plato puede parecerte más tentador que otro por sus colores, la manera en qué está servido y la forma de los alimentos; los cubiertos, el plato y hasta el vaso que uses, influyen en la cantidad de las porciones que ingerís.
¿Qué debés tener en cuenta?
1. Elegí un plato blanco: la comida se ve más brillante sobre el blanco. El contraste crea la ilusión de que tu plato tiene más comida.
2. Combiná tu mantel con los platos: cuando a tu alrededor no hay estampados ni colores oscuros, tendés a comer un 10% menos.
3. Elegí un plato de 25 cm: es el tamaño estándar. Olvidate de los platos cuadrados o con bordes XL. Y serví la comida, sólo en el centro.
4. Vasos altos y angostos: las investigaciones demuestran que te servís un 70% más de bebida si tomás en vasos bajos y de boca ancha. Así que si estás en una fiesta, cumpleaños o, simplemente, estás tentada con un vaso de gaseosa, servite siempre en un vaso alto.
5. Usá cubiertos más pequeños: parece que, al pesar menos, te hacen pensar que la comida tiene más sabor, es más densa y te va a llenar más que si comés con cubiertos grandes y pesados. Tiene lógica, ¿no?