Como cada año, las orcas volvieron a Península Valdés para cumplir con su ritual: cazar crías de lobos marinos utilizando el tradicional "varamiento intencional", un método reconocido como el más audaz e inteligente del mundo animal para alimentarse.
El primer varamiento, según medios locales, fue observado en Punta Norte, al noroeste de Península Valdés. Allí existen colonias
reproductivas de lobos y elefantes marinos, un atractivo para las orcas que desarrollan allí este particular modo de captura.
Según dijeron vecinos y los guardafaunas de la zona, que se acercan cada temporada a observar la maniobra, el ejemplar que encabezó la caza fue identificado como Mel, un macho que ya fue registrado en otras oportunidades en la tarea de captura de su presa.
Los expertos explicaron que cada año las orcas se acercan a la plaza para enseñar a sus crías esta técnica de "varamiento", que se transmite
de generación en generación.
La técnica del cetáceo básicamente consiste en quedar varada en la costa, con la marea alta atacan a la presa, para luego regresar al agua y compartir el alimento con el resto del grupo de orcas con las que se trasladan.