
“Estudios del pasado de ambos casos revelaban ciertos beneficios a favor de los casados. Sin embargo, nosotros nos enfocamos en aquellos que pasaron de la convivencia al matrimonio y no observamos beneficios adicionales en el factor emocional”, explicó Sara Mernitz, líder de la investigación.
El informe fue realizado sobre una encuesta nacional entre la juventud estadounidense (“National Longitudinal Survey of Youth”). La clave estuvo enfocada en el progreso emocional de las personas jóvenes desde su convivencia hasta después de pasar por el altar. Así, se reveló que la mayoría reconoció sentirse tan feliz antes como después del casamiento e incluso no advirtió una mejoría emocional después del compromiso.
El resultado más sorprendente para Mernitz fue que las mujeres sintieron un beneficio en el hecho de vivir de a dos mayor que los hombres. Según los investigadores, ese factor pudo darse porque ambos sexos ven de manera diferente la convivencia. “Para los hombres es como un período de prueba para el casamiento y no se lo toman tan en serio como las mujeres”, dijo la especialista.
VERSION FEMENINA
Por otro lado, también se tuvo en cuenta que a las mujeres no les atrae demasiado una convivencia muy larga si el matrimonio no está en el horizonte.
En el estudio, la salud emocional fue evaluada por síntomas de ansiedad o depresión y no por diagnósticos. Así se descubrió que tanto aquellos solteros que pasaron de vivir solos a compartir un hogar con alguien como los que contrajeron matrimonio sin una convivencia previa demostraron tener una gran reducción de los niveles de estrés emocional.