APP DE LA 106, PARA ESCUCHAR CON TU CELULAR

APP DE LA 106, PARA ESCUCHAR CON TU CELULAR
INSTALALA DESDE GOOGLE PLAY DALE CLICK A LA IMAGEN O BUSCA "RADIO LA 106 APP"

26/8/25

ENERGIA VIRGINIANA-Hay coincidencias que llaman la atención y despiertan la curiosidad. Tres personalidades que marcaron la historia en distintos ámbitos nacieron el mismo día: un 26 de agosto. Ellos son Ceferino Namuncurá, Teresa de Calcuta y Julio Cortázar.

Cada uno, a su manera, dejó una huella imborrable.
Ceferino, el joven mapuche nacido en Chimpay en 1886, eligió el camino de la fe y el servicio, convirtiéndose en un símbolo de unión entre culturas y en el beato más joven de la Argentina.
Teresa de Calcuta, llegada al mundo en 1910 en lo que hoy es Macedonia del Norte, dedicó su vida entera a los más pobres entre los pobres, con una entrega silenciosa y ejemplar que la llevó a ser reconocida con el Nobel de la Paz.
Y Julio Cortázar, nacido en Bruselas en 1914, hijo de padres argentinos, se transformó en una de las voces más originales de la literatura latinoamericana. Su obra, siempre detallista, abrió caminos nuevos en la narrativa y puso a la Argentina en el centro de la literatura universal.

Más allá de la coincidencia de la fecha, los tres comparten algo profundo: el signo de Virgo. Y en ellos se nota. Virgo es servicio, disciplina, perfeccionismo, búsqueda de sentido. En Ceferino, se refleja en la humildad y el deseo de aprender para ayudar a su pueblo. En Teresa, en la dedicación organizada y constante a los demás. Y en Cortázar, en la precisión obsesiva de su escritura, en la minuciosa construcción de mundos que siguen deslumbrando.

Quizás no sea casualidad que estos tres nombres estén unidos por un mismo día. Cada uno, desde la fe, la solidaridad o la literatura, mostró que con entrega, sensibilidad y detalle se puede dejar una huella que trascienda fronteras y tiempos.

El 26 de agosto, entonces, es una fecha para recordar que la grandeza se manifiesta en diferentes formas: en la palabra, en la acción solidaria, en la fe. Y que, cuando se vive con vocación, la vida entera se convierte en un servicio a los demás.