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Es un día dedicado a honrar a los docentes de nivel secundario y universitario, esos guías que moldean mentes y corazones. La fecha resuena con un eco especial, cargada de historia y gratitud.
Se conmemora en memoria de José Manuel Estrada, un faro de la educación argentina. Este intelectual, político y educador dejó una huella imborrable. Falleció el 17 de septiembre de 1894, y su legado perdura en cada aula. Estrada no solo enseñó, sino que inspiró. Fue profesor, rector y conferencista, un hombre que marcó el rumbo de la enseñanza en el siglo XIX. Sus ideas y pasión aún resuenan en los pasillos de escuelas y universidades.
En este día, las instituciones educativas se visten de reconocimiento. Actos, palabras de cariño y mensajes llenan el aire, aunque las clases no se detienen. No es feriado, pero sí una pausa para valorar. Se celebra la entrega de quienes, con paciencia y sabiduría, construyen el futuro.
El Día del Profesor es un recordatorio. Es un gracias sentido a quienes dedican su vida a enseñar, a encender la chispa del saber. Un día para mirar a los docentes y decirles: su trabajo importa.
