
El jueves 15 de Octubre se proyectará a las 21.00 hs en el Auditorio Ricardo Galliani (Rivadavia 3402 - Saladillo) la película:
MUNDO GRÚA
Entrada libre y gratuita
Año: 1999
País: Argentina
Dirección: Pablo Trapero
Guión: Pablo Trapero
Rulo, un operador de grúas de cincuenta años, carga con dignidad el peso de una vida con demasiados sinsabores y algunos fugaces momentos de gloria. Hoy, divorciado y con un patético pero querible hijo adolescente a su cargo, trata de sostener su miserable departamento y luchar contra la amenaza del desempleo.
Intérpretes:
Luis Margani
Adriana Aizemberg
Daniel Valenzuela
Roly Serrano
Graciana Chironi
Federico Esquerro
Alfonso Rementería
Alejandro Zucco
Lucas Castro
Producción: Lita Stantic y Pablo Trapero
Producción ejecutiva: Pablo Trapero
Productor asociado: Lita Stantic
Coordinación de producción: Cristina Vargas
Jefe de Producción: Fiona Heine y Hernán Musaluppi
Asistente de Dirección: Ana Katz
Fotografía: Cobi Migliora
Cámara: Cobi Migliora
Dirección de arte: Andrés Tambornino
Montaje: Nicolás Goldbart
Sonido: Catriel Vildosola y Federico Esquerro
Asistente de producción: Matías Mosteirín
Ayudante de cámara: Cristian Vega
En un momento en que los jóvenes aportan un poco de carne y espíritu al cine argentino, generando un entusiamo olvidado en la crítica, es interesante mirar al film de Pablo Trapero desde una perspectiva distinta.
Tal vez por eso, el Rulo de Mundo grúa y Pablo Trapero han entusiasmado tanto a la crítica nacional.
"Mundo grúa" es, en cierta forma, cine militante. Si, es cierto, eso de cine militante suena a revolucionarios con una cámara super 8 empuñada como si fuera un Kalashnikoff y la verdad es que es una denominación más cercana a la legendaria refriega del 68 que a las modernas y elitistas escuelas de cine. Lo de cine militante, además de las connotaciones bélicas que sugiere, parece un poco fuera de onda y queda como termino más apropiado para referirse a "La Chinoise" de Goddard que a nada que se haga en la actualidad. Hacer cine (y, sobre todo, lograr exhibirlo) resulta tan caro que uno no se la puede jugar con protestas, mensajes subversivos ni denuncias; el cine de ahora es para consumo puro y duro ya sea de orden espiritual o simplemente visceral acompañado de un buen puñado de palomitas.
El caso es que, de vez en cuando, uno tropieza por esas pantallas de Dios con lo mas parecido a ese cine de combate al que aludía aunque ahora las motivaciones estén mas diluidas y las consignas ya no se griten con tanta fuerza. "Mundo grúa" es de esa clase de cine. Es una película difícil de ver, no porque sus imágenes sean hirientes, ni su argumento hermético, ni su puesta en escena ultravanguardista. No es nada de eso. Lo que pasa es que estamos tan acostumbrados a saber discernir realidad de ficción, a diferenciar vida cotidiana y cine que cuando nos ponen delante de las narices un trozo de verdad pues como que lo olisqueamos sin prestarle demasiada atención porque, seamos sinceros, ¿Quién quiere comprase un espejo en lugar de una televisión? ¿Quién prefiere ver sus miserias cotidianas a contemplar un rectángulo lúdico iluminado por un proyector? ¿Alguien realmente desea asomarse al abismo y que éste le devuelva la mirada?. Pues no y ese el problema de "Mundo grúa" que de puro real resulta, por momentos, poco interesante.