Fútbol femenino topless-Campeonato de zapatillas hediondas-Concurso de pateadores de canillas-Carrera de sapos cornudos
Fútbol femenino topless
¿Viste alguna vez un campeonato de fútbol femenino donde las chicas estén con el torso desnudo? Se hace en Europa, y como buenas patriotas, las niñas creciditas se pintan los colores de la camiseta de su país sobre la piel y juegan una final de fútbol para delicia de la multitud, predominantemente masculina, por supuesto.
Campeonato de zapatillas hediondas
En Montpelier, Vermont, EE.UU, se lleva a cabo una competencia en busca de las más repugnantes, vomitivas y nauseabundas zapatillas que hay sobre la Tierra. Comenzó hace 25 años y ha tenido el honor de contar con un empleado de la NASA, apodado "el naso de la NASA", como experto oledor. Y de paso, algunos dan consejos para que las zapatillas huelan peor: usarlas mucho arrastrándolas cuando andas en bicicleta y llevar puesto el mismo par durante 3 meses. Hay un premio de 500 dólares para el ganador.
Concurso de pateadores de canillas
Si te quieres quitar la rabia y la hostilidad pateando a alguien, relájate y ve a patear canillas (las de las piernas). Desde 1612, casi nada, en Costwold, Inglaterra, los hombres usan amplios blusones, se toman de los hombros y tratan de patearse las canillas mutuamente hasta que alguno de los dos caiga al suelo. La única protección que usan es ponerse paja bajo los pantalones (ver video).
Chicas japonesas compiten en bikini para escribir con la lengua
Sí, son japonesas en bikini, donde obviamente la creatividad para escribir no es muy importante. Naturalmente, proveniente de la tierra del mítico programa humorístico "Takeshi’s Castle", no hay lista bizarra sin una intervención japonesa.
Carrera de sapos cornudos
Finalmente, aunque quedan varias competencias estrafalarias más, en la ciudad de Coalinga, California, EE.UU., anualmente se lleva a cabo el Derby de Sapos Cornudos, donde los animalitos son colocados en el centro de un gran círculo rojo. Luego, el que primero abandona el círculo, gana la competencia para orgullo de su patrocinante, quien se jacta de haber logrado que el sapo cornudo se alce con el primer puesto.