
Los especialistas del Kosair Childrens Hospital, en Estados Unidos, determinaron que había que operarlo. Pero la cirugía requería conocer específicamente el corazón del nene. Por eso, decidieron reproducir el órgano con el método de
impresión 3D.
Así, pudieron determinar las afecciones exactas del bebé: un agujero en el corazón, y deformaciones en la aorta y en la arteria pulmonar. Gracias a esta impresión preliminar, no se perdió tiempo al momento de operarlo, y la cirugía fue todo un éxito.