
Según informa la prensa local, en la finca del distrito de Fulda, el gas metano fruto de los pedos y eructos de las vacas se concentró a niveles muy elevados y explotó en una gran llamarada que hizo temblar la
instalación lechera.
Las pesquisas policiales apuntan a que la bolsa de metano vacuno prendió por una descarga estática en la máquina de ordeñar que hay en el recinto. El techo de la granja resultó dañado y una vaca sufrió quemaduras leves.
La finca ganadera fue registrada a fondo por la policía, los bomb
eros y un equipo de detección de gases para descartar nuevos incidentes. Las flatulencias de las vacas generan grandes cantidades de metano que, además, se consideran dañinas para el medio ambiente.