Un grupo de jóvenes cordobeses de 17 años decidió acompañar a un amigo en uno de los momentos más difíciles de su vida. Lucas Casor tiene cáncer y está padeciendo las consecuencias de la quimioterapia. Sus amigos realizaron una solidaria iniciativa para acompañarlo: se raparon la cabeza.
"Fue muy emotivo el gesto que ellos hicieron por mí. Me largué a
llorar. Nunca pensé que lo iban a hacer", contó Lucas.
La lucha de Lucas comenzó con un fuerte dolor en la entrepierna que apareció de golpe, un viernes de abril, mientras estaba en el colegio, al cual no le dio demasiada importancia al principio. Pasó el fin de semana con dolores, hasta que al martes siguiente visitó a su médica de cabecera, la pediatra Marta Simes. A cuatro días de conocer el diagnóstico, Lucas ingresó al quirófano para que le extirparan un tumor. Tras analizar una biopsia, una junta médica resolvió que hiciera quimioterapia por dos meses.
Por la enfermedad, Lucas tuvo que dejar el colegio, pero no perdió contacto con sus amigos. El lunes pasado, los chicos lo sacaron de los grupos de WhatsApp que compartían y a la noche volvieron a agregarlo. Ahí llegó la sorpresa. Las fotos mostraban a todos sus amigos rapados. La emoción de Lucas fue enorme.
Su mamá Celina también se sintió conmovida por el gesto de amor de los chicos. "A veces uno dice por qué nos tocó, pero saber que hay un Dios grande que en este momento difícil puede transmitir cosas preciosas como esas es increíble. Porque en un tiempo donde el egoísmo y la violencia se ha instaurado, también se puede amar y ser solidario", explicó.
Los chicos son amigos y compañeros del Instituto Secundario El Salvador de Córdoba donde cursan el último año escolar.