
Científicos británicos desarrollaron una prueba de sangre capaz de predecir con bastante precisión el comienzo de la enfermedad de Alzheimer, lo que abriría el camino a tratamientos que ayuden a combatirla con anticipación. El test -que pronostica con un 87% de exactitud si una persona desarrollará la enfermedad en el plazo de un año- fue desarrollado por investigadores de la Universidad inglesa de Oxford y el Kings College London, quienes realizaron numerosos análisis de prueba en los últimos diez años hasta llegar a él. Si bien no se trata del primer test experimental, el logro del trabajo -publicado en la revista científica “Alzheimer & Dementia”- consiste en haber identificado diez
proteínas presentes en la sangre que ofrecen una alta efectividad para predecir la inminencia de este mal. Al estudiar las diferencias en las pruebas de sangre realizadas a pacientes de tres grupos (452 personas sanas, 220 con deterioro cognitivo y 476 con Alzheimer ya diagnosticado), los investigadores lograron gracias a esos indicadores pronosticar con un 87% de certeza quiénes desarrollarían el mal en el plazo de un año. Cuando todavía no hay manera de diagnosticar la enfermedad de Alzheimer hasta que presenta síntomas de deterioro neuronal, el notable avance logrado por los científicos británicos plantea la posibilidad cierta de que en pocos años exista un test de sangre sencillo disponible para la población. Tanto autoridades sanitarias del Reino Unido como organizaciones benéficas que ayudan a personas con Alzheimer calificaron al trabajo como un “gran paso adelante” y anticiparon que “podría revolucionar los tratamientos”. “El Alzheimer empieza a afectar al cerebro muchos años antes de que los pacientes reciban el diagnóstico de la enfermedad. Si podemos tratar el mal en esa fase, podríamos tener una estrategia efectiva de prevención”, sostuvo esta semana Simon Lovestone, profesor de Neurociencia de la Universidad de Oxford y el principal responsable de la investigación. “En este momento, muchas de las personas que vienen con episodios de pérdida de memoria me preguntan si van a desarrollar Alzheimer y yo les tengo que decir que vuelvan en un año. Es horrible”, añadió Lovestone, quien espera que el hallazgo mejore el pronóstico de los pacientes ya que “la enfermedad continuará creciendo durante las próximas décadas en todo el mundo a la par del envejecimiento poblacional”. CUANTO ANTES, MEJOR “Durante los últimos años ha habido varios intentos para buscar marcadores periféricos que permitan predecir Alzheimer, incluso algunos de ellos se han hecho en nuestro país. Pero si bien se habían descubierto ya algunos indicadores, lo que lograron los científicos ingleses es identificar las diez proteínas que más afectación tienen en la enfermedad para establecer un kit formal”, explica la doctora Diana Cristalli, directora de ALMA La Plata, una asociación civil integrada por profesionales, familiares y amigos de pacientes que padecen este mal. Como explica la médica, la importancia de poder anticipar un año el diagnóstico de la enfermedad pasa por el hecho de que “los tratamientos actuales se basan en drogas que combaten la degradación del neurotransmisor básico afectado por el Alzheimer, pero para que esas drogas funciones hace falta que conservar ese neurotransmisor; de manera que cuanto antes se realice el diagnóstico, mayores son las posibilidad de frenar el deterioro evolutivo que produce la enfermedad”. El estudio de los investigadores británicos “está aún en fase de experimentación, pero representaría un avance notorio en caso de ser aprobado. Estimamos que demorara dos o tres años su puesta en práctica a nivel masivo. Seguramente será tema del próximo congreso mundial de Alzheimer, al que vamos a concurrir la semana que viene en Copenhague”, comenta el doctor Diego Sarasola, director del Instituto de Neurociencias Alexander Luria. “El mayor desafío de estos estudios es su sensibilidad y especificidad -aclara-. Hace falta aplicarlos a grandes segmentos poblacionales y, a su vez, que esos grupos poblacionales sean seguidos durante varios años. En resumen, se trata de una gran noticia pero la investigación está en curso y hay que tomarla con cautela, ya que por ahora no es aplicable a nuestros pacientes en la consulta”.