Más de 7.800 personas murieron en la Argentina durante 2013 en accidentes de tránsito, 2.457 de ellas, en la provincia de Buenos Aires, Este indicador se enmarca en una epidemia mundial que no encuentra freno y en la que son muchos los factores que influyen. Una investigación reciente le apunta específicamente a uno: la influencia de algunos fármacos de uso común en la capacidad de manejo. Se trata de un elemento muchas veces subestimado, pero al que ahora e recomienda poner especial atención: según un estudio desarrollado en
España y del que participaron la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria, la Sociedad Española de Medicina del Tráfico y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, el 5% de los accidentes de tránsito que se producen en ese país se relaciona con el consumo de fármacos. El estudio arroja otros datos: indica que el 25% de los medicamentos autorizados pueden influir en la capacidad de conducción de un vehículo. Ese porcentaje sube al 74% si se consideran los medicamentos de uso más común. El informe destaca que el 30% de los conductores está en tratamiento con algún fármaco (el 64% toma dos medicamentos en forma simultánea) y entre un 25 y un 30% de la población se automedica, desconociendo los efectos negativos de algunos fármacos en la conducción o de la interacción de varios medicamentos. Entre esos posibles efectos negativos se cuentan la somnolencia, la reducción de reflejos y la alteración de la percepción de las distancias. El estudio identificó a su vez los tipos de medicamentos que tienen más responsabilidad en la alteración de la capacidad de conducir: entre ellos destacan las sustancias psicoactivas como las benzodiacepinas, los medicamentos hipnóticos y los opiáceos, los antihipertensivos, los antideproesivos y los antihistamínicos. Desde la Asociación Luchemos por la Vida se impulsa un proyecto de ley para que los envases de los medicamentos incluyan pictogramas de advertencia en las cajas y prospectos. Esto se relaciona al hecho de que la mayoría de los conductores desconoce los efectos negativos de algunos medicamentos para la conducción e inclusive muchos se automedican sin considerar el impacto de esa conducta en la capacidad de conducir.