"Me marcó mucho verla llorar, decepcionado con la derrota de la selección", argumentó. Cuando escuchó el pitido final del árbitro, él ya estaba decidido a tatuarse el marcador del encuentro en la piel.
"Yo estaba furioso con el sufrimiento de 'Bia'. Ella es de la generación que no vio a Brasil ganar la Copa del Mundo y por eso esperaba que el equipo ganara también por ella. Cuando comenzó a llorar, de manera
inconsolable por el resultado, me puse furioso y decidí tatuarme. Nunca la había visto sollozar de esa manera por una decepción y, por eso, decidí guardar el momento para siempre", dijo el padre.
Él y su hija confiaban en el equipo y su primera intención fue tatuarse en el brazo las seis estrellas, si el equipo ganaba el Mundial. "Yo sólo quería que Brasil no perdiera por tantos goles. Podría haber sido una diferencia menor en el resultado, por eso me puso tan triste", relato la niña.
Así, al terminar el juego, Matheus le pidió a su esposa, que es tatuadora, que le haga el diseño. La mujer contó a O Globo que al principio no lo podía creer, pero con el pasar de los días, "como fue un momento que le marcó mucho a Matheus", decidió hacerlo.
Este brasileño lleva en su pierna izquierda, muy cerca de un corazón que tiene el nombre de su hija, una de las mayores decepciones futbolísticas que tuvo su país. Es su forma de recordar un momento muy importante para su familia.