El 54,3% de las mujeres manifestó tener (ellas o el entorno cercano) trastornos alimenticios. El porcentaje disminuye en los hombres aunque sigue siendo importante: el 38,6 por ciento. Si se analizan los rangos etarios quienes más sufren este tipo de problemas son los más jóvenes: el 70.8% de los encuestados de entre 17 y 23 años y el 63.3% de las personas de entre 24 y 29 años.
Si bien los porcentajes disminuyen a medida que aumenta la edad, lo cierto es que continúan observándose números altos: el 48.4% los encuestados de entre 30 y 40 años y el 47% de los mayores de 41 años
padecen alguna enfermedad alimenticia.
Los datos se desprenden de una encuesta realizada por la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) a 400 mujeres y hombres habitantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Gran Conurbano de Buenos Aires. Y lo llamativo es que una abrumadora mayoría (en porcentajes superiores al 80%) considera que si los trastornos alimenticios no se tratan a tiempo pueden ocasionar la muerte. Quienes parecen estar más conscientes de dicha situación son las mujeres (93.9%), los encuestados de entre 30 y 40 años (94.4%) y las personas de nivel socioeconómico medio (94.7%).
Nivel de satisfacción con el propio cuerpo
Los hombres se llevan mejor con sus cuerpos. El 36.6% de ellos dijo estar bastante satisfecho con la imagen que les devuelve el espejo, mientras que el 36.2% de las mujeres está "algo satisfecha". Sin embargo, si se tiene en cuenta la variable "nada satisfecho" se ubican aquí el 9.9% de los hombres en contraposición al 6.5% de las mujeres. Situación similar ocurre con "muy satisfecho": el 8.9% de ellas contestó sentirse de esa manera mientras que el porcentaje de hombres disminuye: 5.9%.
Esa insatisfacción con el propio cuerpo se traduce a una preocupación por el peso: el 17.4% de ellas manifestó estar "muy pendiente" del peso al igual que el 10.9% de ellos. Si bien el 38.6% de las mujeres sostiene estar "algo pendiente" de su peso, el 20.5% manifestó estar "bastante pendiente".
El 19.8% de los hombres está "nada pendiente" del tema. Si se analizan los rangos de edad surge, contrario a lo que podría pensarse, que los más jóvenes (17 a 23 años) son en general quienes mejor se llevan con su cuerpo, ya que el 52.3% manifestó estar "bastante satisfecho" con su imagen.
Dicho estado también prima entre los encuestados de entre 24 y 29 años (31.7%) y los mayores a 41 años (37.4%). La situación cambia si se tiene en consideración a los encuestados de entre 30 y 40 años: el 49.2% de ellos están "algo satisfechos" con su imagen corporal.
Cuánto sabemos sobre trastornos alimenticios
Dentro del análisis por género, los mayores niveles de conocimiento se registran entre las mujeres: el 41% de ellas sabe "bastante"; mientras que el "21.5%", mucho. El mayor porcentaje de hombres (38.6%), en tanto, aseguró saber "algo".
Con respecto a las diferentes edades el mayor nivel de conocimiento se registra entre los más jóvenes: el 33.3% de los encuestados de entre 24 y 29 años aseguró saber "mucho" sobre trastornos alimenticios mientras que el 61.5% de los participantes entre 17 y 23 años tiene "bastante" conocimiento.
En cuanto a nivel socioeconómico (NSE), quizás la posibilidad de acceder con mayor facilidad a la información hace que el 48.5% de los encuestados de NSE medio y el 47.6% de NSE alto conozcan "bastante" acerca de trastornos alimenticios (y "mucho" el 31% de este mismo grupo). En tanto, el 36.6% de las personas de NSE bajo reconocieron conocer "algo".
¿Qué edades padecen más la enfermedad? ¿Qué sexo?
La adolescencia y las mujeres constituyen, para la mayoría, los grupos más afectados.
El 58% de las mujeres y el 55.4% de los hombres considera que la enfermedad se refleja más en la adolescencia. En segundo lugar, mientras el 25.9% de las mujeres opina que es durante la pubertad, el 14.9% de los hombres cree que es en la niñez. En cuanto a qué género padece más algún tipo de trastorno alimenticio tanto mujeres como hombres coincide en señalar que son ellas las más afectadas.
Sin embargo, los porcentajes varían: mientras que el 59% de las mujeres manifiesta que son ellas quienes más padecen alguna de estas enfermedades, el 40.6% de ellos sostiene la misma hipótesis. Por otra parte, el 47.5% de los hombres cree que los trastornos afectan a los dos sexos por igual y lo mismo opina el 35.5% de las mujeres.
Con relación a los sexos afectados, el 73.8% de los encuestados más jóvenes considera que son las mujeres quienes más sufren algún tipo de trastorno.
A medida que avanza la edad aumenta el porcentaje de encuestados que sostiene que ambos sexos se ven afectados de la misma manera, así mientras el 53% de los mayores de 41 años sostiene que son las mujeres quienes más sufren trastornos alimenticios (el mejor porcentaje entre los rangos etarios), el 38.3% considera que la afección afecta a los dos sexos por igual (el mayor porcentaje de los rangos etarios).
Al tomar en consideración el nivel socioeconómico de los encuestados, se desprende que el 45.9% de quienes tienen un NSE bajo, el 68.6% medio y el 61.9% alto consideran que es durante la adolescencia donde se ve reflejado con mayor frecuencia algún tipo de trastorno. Es interesante observar que mientras que el 48.1% de los encuestados de NSE bajo considera que las mujeres son las más afectadas (y el 38.8% menciona a los dos sexos por igual), el porcentaje trepa hasta el 69% en encuestados de NSE alto (y el 28.5% cree que afecta a los dos sexos por igual).
Responsables y "cuerpo idealizado"
El 41.9% de los encuestados señala a la sociedad como la principal generadora de los diversos trastornos alimenticios. Los medios de comunicación también tienen su cuota de responsabilidad para el 28.7%.
Si bien no es un porcentaje demasiado elevado, lo cierto es que el 16.8% de los hombres consideran que el "cuerpo idealizado" es un medio para alcanzar la felicidad. Lo mismo opina el 13.7% de las mujeres. Sostener esta creencia resulta demasiado peligroso en una sociedad en la que gran parte de sus miembros tienen algún tipo de trastorno alimenticio; a la vez que genera una presión insostenible para cualquier persona.
De la observación de los rangos de edad se desprende que el 30% de los encuestados de entre 24 y 29 años avalan la creencia arriba descripta; lo mismo que el 19% de las personas de NSE alto y el 17.5% de quienes tienen un NSE bajo.
Con respecto a la implicancia de las redes sociales, las opiniones están divididas. Mientras que el 55.3% de las mujeres opina que fomentan los trastornos alimenticios (al facilitar "trucos" y productos), el 62.4% de los hombres considera que ello no es así.
En cuanto al nivel socioeconómico, el 59% de los encuestados de NSE bajo considera que las redes sociales no fomentan los trastornos. En cambio, el 59.8% de quienes tienen un NSE medio y el 57.1% de NSE alto consideran que sí.
