Seth Cohen, un ciudadano de Nueva York, está en una búsqueda épica: quiere localizar y visitar a todo aquel que tenga su mismo nombre en el mundo. El proyecto, según dice, no se trata tanto de encontrar gente con sus mismo nombre por el nombre en sí, sino conectarse con personas y lugares con los que nunca podría relacionarse de otra manera.
“Estoy en una misión para conocer a todos los Seth Cohen en el mundo. Quiero vivir la vida al máximo e inspirar a otros a hacer lo mismo”, afirmó el trotamundos en su sitio web. El nombre ‘Seth Cohen’ es
aparentemente bastante común, algo de lo que se dio cuenta hace un par de meses atrás. “Mi último cumpleaños fue en septiembre, todo el mundo comenzó a publicar en mi facebook, y una mujer que yo apenas conocía publicó: ‘Seth, sos mi persona favorita en el mundo, espero que tengas un cumpleaños increíble’.
Yo me sentí halagado, no entendía porque tan especial para esa mujer”.
Así Seth revisó la cuenta de esa señora y descubrió que tenía otro Seth Cohen que no era él como amigo, por lo que supuso que se había equivocado. Estaba tan intrigado por saber quiénes eran esos Seth Cohen que pasó semanas tratando de averiguar cuántos había en el mundo. Pasó el tiempo buscando en Google, redes sociales y otros sitios. Los resultados fueron alucinante: encontró que hay por lo menos otros 300 Cohens Seth sólo en los Estados Unidos. Fue entonces cuando Seth decidió lanzar la “Cohen Proyecto Seth” con el objetivo de conocer la mayor cantidad de personas con ese nombre como posible.
Según Seth, el proyecto lo está ayudando a entender mejor a la gente. “Yo hago suposiciones acerca de los Seth antes de reunirme con ellos gracias su Facebook o su historial de trabajo en Linkedin”, admitió. “Los encasillo y asumo que van a ser de esta manera o de esta otra por razones de edad o de trabajo, y cada vez es más frecuente que no sean nada de lo que esperaba”
“Creo que lo más profundo y misterioso que descubrí con mi proyecto es que todos tenemos cosas en común que simplemente no lo sabemos porque no nos tomamos la oportunidad de sentarse durante un par de horas a conversar con alguien. En nuestra vida cotidiana, realmente no tenemos esa oportunidad. Eso es lo que importa y no creo que tenga nada que ver con el nombre”, finalizó.