Debieron pasar casi mil años para que el secreto fuera develado. Una estatua china de Buda -que hoy es exhibida en Budapest como parte de una muestra de arte- resultó ser mucho más que una simple pieza de museo: en su interior se encuentra el cuerpo momificado de un monje budista.
Su cadáver, estiman los investigadores, está encerrado en el interior de esta pieza desde los siglos XI o XII.
El trabajo fue realizado en el Meander Medical Center, ubicado en la ciudad holandesa de Amersfoort.
Un grupo de científicos le practicó a la estatua una tomografía computada -que les permitió escanearla a través de rayos- , que luego fue completada con una serie de estudios con endoscopio.
El resultado los dejó con la boca abierta: advirtieron que en el interior de la estatua había una estructura esquelética que se correspondía con un cuerpo humano.
Los radiólogos Raynald Vermeijden y Ben Heggelman, incluso, detectaron la presencia de pequeños trozos de papel que fueron impresos con caracteres chinos antiguos.
Bajo la supervisión de especialistas del Museo Nacional, también tomaron muestras de materiales de las cavidades torácica y abdominal, que aún no han sido identificados.
La investigación fue liderada por el experto en arte y cultura budista Erik Bruijn, que fue especialmente invitado por el Museo del Mundo de Rotterdam.
Los especialistas llegaron a la conclusión de que el cuerpo hallado es del maestro budista Liuquan, que pertenecía a la Escuela de Meditación china y que habría muerto entre 1050 y 1150. Esto pudo ser confirmado a través de muestras de material oseo, que fueron sometidas a análisis de ADN.
La hipótesis de los científicos es que Liuquan habría practicado la antigua tradición de automomificación, en la que los ascetas budistas seguían durante varios años un estricto y doloroso plan de ayuno, hasta llegar a una etapa final en la que meditaban en posición de loto hasta morir. Al cumplir ese rito, sus cuerpos eran conservados y eran venerados como "budas vivientes". Esta práctica fue prohibida por China siglos más tarde.
El descubrimiento de la momia, detalló el Meandro Medical Center en su página web, es de gran importancia cultural, no sólo porque es único de su tipo, sino porque además es hasta el momento la única momia budista china que está disponible en Occidente para la investigación científica. En la actualidad se encuentra en el Museo Nacional de Budapest, en Hungría, donde será exhibida hasta mayo.