
Esta costumbre está tan arraigada que se animan a afirmar que ni si quiera aceptarían un beso de un carnívoro por miedo a que existan restos de sangre u hormonas animales en la boca y/o saliva de su compañero o compañera. Su lema es: "Si comés carne, no vas
a comer mi carne".
"Los sexetarianos no consumimos ningún alimento de origen animal, por tanto somos veganos, pero además tampoco tenemos relaciones íntimas con personas que consuman carne u otros alimentos derivados, como leche, miel o queso. Es más sencillo de lo que parece. Hace quince años que practico el veganismo, así que puedo incluso reconocerlos por el olor", afirma una practicante.
Además se animan a arriesgar que los veganos y vegetarianos son mejores como parejas sexuales, ya que por su modo de alimentación suelen ser "más atractivos, más vigorosos y más imaginativos. También habitúa a tener mejor forma física, y eso se nota en las erecciones. Por si fuera poco, su semen sabe mucho mejor".