Un joven estadounidense ha recorrido en monopatín más de 1.000 kilómetros desde el estado estadounidense de California hasta México, cruzando paisajes naturales de una belleza sobrecogedora que van a quedar plasmados en un documental.
El joven estadounidense Clay Shank ha cruzado 1.127 kilómetros de territorio estadounidense en monopatín en un viaje que lo llevó desde Ocean
Beach, en San Francisco (California), hasta Tijuana (México) durante seis semanas. El objetivo de su hazaña residía en filmar tanto la belleza del trayecto como a las gentes que se encontró durante su viaje, para posteriormente realizar un documental, titulado 'Coastal Native' ('litoral nativo').
"Mi objetivo principal era hacer una película, un retrato en video de mi estado natal, California. E ir en monopatín viajando despacio ofrece desde luego una perspectiva muy íntima de la tierra y le da a uno la posibilidad de conectar con la gente en la calle o dondequiera que estén", cuenta Clay.
Durante el viaje, el deportista durmió en diversos lugares en un saco de dormir y se alimentó a base de sándwiches de mantequilla de cacahuete, conservas de pescado y comida rápida.
"Una vez me levanté rodeado de montañas; no hay lugar más divino para dejar volar al espíritu humano. Ir desde Yosemite a Lone Pine es una aventura épica a través de algunos de los más bellos paisajes que creo que tenemos en Estados Unidos. Me sentí muy bien", relata.
Beach, en San Francisco (California), hasta Tijuana (México) durante seis semanas. El objetivo de su hazaña residía en filmar tanto la belleza del trayecto como a las gentes que se encontró durante su viaje, para posteriormente realizar un documental, titulado 'Coastal Native' ('litoral nativo').
"Mi objetivo principal era hacer una película, un retrato en video de mi estado natal, California. E ir en monopatín viajando despacio ofrece desde luego una perspectiva muy íntima de la tierra y le da a uno la posibilidad de conectar con la gente en la calle o dondequiera que estén", cuenta Clay.
Durante el viaje, el deportista durmió en diversos lugares en un saco de dormir y se alimentó a base de sándwiches de mantequilla de cacahuete, conservas de pescado y comida rápida.
"Una vez me levanté rodeado de montañas; no hay lugar más divino para dejar volar al espíritu humano. Ir desde Yosemite a Lone Pine es una aventura épica a través de algunos de los más bellos paisajes que creo que tenemos en Estados Unidos. Me sentí muy bien", relata.