
Se casan robots, por qué no ir al masivo funeral de ¡una gata! Así es. Pero ojo, en su defensa, sí, post mortem, la gatita no era una mascota más del montón: era jefa de una estación de tren.
En homenaje a su historia y en honor a su nombre, Tama, más de 3.000 japoneses le dieron el último adiós a la dueña de la parada Kishi del tren de la ciudad nipona de Wakayama.
Esta felina con cara de pocos amigos había hecho muchos en sus más de ocho años al frente de la estación ferroviaria, enteramente diseñada en su recuerdo, por lo que su despedida fue multitudinaria, tanto que también en el extranjero se hicieron eco de su funeral.

Tama, nacida en la calle, fue adoptada por un operario de la estación en 1999. Con el paso del tiempo, y el común abandono del tren, a la compañía se le ocurrió una forma de aumentar el uso del transporte en decadencia: designar un nuevo jefe, Tama.

Ahora, asumirá otro jefe (sí, otro gato): un macho llamadoNitama. Per la gata, considerada “salvadora”, no será olvidada, pues se ganó ese apodo, cuando, durante su “gestión”,le hizo ganar casi 9 millones de dólares al ferrocarril y a la ciudad. ¡Buen viaje Tama!