
Desde los 12 años, Courtney aspiraba a ser tan “popular” como Rebecca. “Siempre quise ser como ella. Era muy bonita, siempre tenía chicos a su alrededor, le gustaba a todos mis
amigos varones: pensaban que ella era cool”, contó la joven al diario británico The Mirror.
En consecuencia, la adolescente empezó a comer cada vez menos. En un año perdió 22 kilos y a los 15 años estaba esquelética.
Luego Courtney empezó a tomar y un día, alcoholizada, chocó la camioneta familiar. A los 17 años, sus padres la mandaron a un centro de rehabilitación. Ahora Courtney pesa 50 kilos, pero está saludable.