
Mientras Gabriel Luna-Sandoval, un ingeniero mexicano, puso en marcha una tecnología que utiliza la orina para calentar el agua, cocinar e incluso activar un generador. El ingeniero logró separar las moléculas de hidrógeno y oxígeno de la orina y producir biogás. Además, las partículas de oxígeno pueden servir para respirar en situaciones de emergencia, especialmente para los astronautas durante viajes largos. Al respecto, la Agencia Espacial Mexicana dijo que el descubrimiento es “una gran innovación” viable. Sin
embargo, para Luna-Sandoval, el principal interés de su descubrimiento es el uso que puede tener como alternativa o complemento al uso del petróleo.