El aumento de temperaturas aumenta la posibilidad de sufrir deshidratación, afectando tanto tanto el rendimiento físico como mental de las personas. La natural pérdida de líquido, por sudoración y orina, se incrementa por las altas temperaturas, por lo que es importante que sea enfrentado a tiempo, antes de llegar a la deshidratación. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la
deshidratación como la "alteración que sufren los seres humanos ante la ausencia de sales minerales y agua en el cuerpo". Sus causas pueden ser diversas, estando entre las más frecuentes: exposición a temperaturas elevadas, ejercicio intenso y falta o insuficiente consumo de líquidos.
¿Qué tenemos que hacer cuando el calor es tan elevado que apenas se aguanta? A continuación te damos algunos consejos para combatir altas temperaturas:
1. Beber mucho líquido
Los médicos ya no suelen recomendar una cantidad exacta. Lo más importante es qué se toma: lo ideal son jugos de frutas con una parte de fruta y tres de agua. También se puede tomar té. Las bebidas no deberían ingerirse demasiado frías ya que el cuerpo necesita mucha energía para que el líquido adopte la temperatura corporal. Para un toque de frescura, mejor ponerle un poco de limón a la bebida. Los problemas de salud vinculados a la deshidratación pueden ocurrir en todas las edades, siendo más frecuentes en bebes y niños, adultos mayores y embarazadas.
2. Comer liviano
El cuerpo ya tiene bastante con el calor, por eso no hay que sobrecargarlo con comidas grasas. Las frutas con mucha agua como el melón o el durazno son ideales ya que aportan líquidos. Las comidas deben ser ligeras y fáciles de digerir. Los expertos aconsejan también prescindir del alcohol.
3. Ventilar bien el hogar
Que entre una brisa ligera por la ventana o el aire de un ventilador ayudan a dormir con calor. También se puede rociar la piel con una fina bruma de agua antes de dormir. Todo esto es mejor que dormir con aire acondicionado. Además, el aire acondicionado seca el aire y con ello las vías respiratorias, lo que facilita las infecciones.
4. No ducharse con agua muy fría
Si bien suena tentador, el cuerpo reacciona a este cambio brusco de temperatura aumentando la suya. Lo mejor es una ducha tibia con, en todo caso, algunos chorros fríos.
5. Si hace mucho calor, no salga a la calle
Si el termómetro marca una temperatura superior a la del propio cuerpo, mejor quedarse adentro. Sólo hay que ir a la playa si allí se está mejor por la brisa marina. Lo mejor es ir temprano en la mañana, quedarse a la sombra, hidratarse y no moverse mucho. En caso de hacer actividad física es conveniente beber más: lo ideal es sumar medio litro antes y después del ejercicio y beber cada 10 y 15 minutos durante el proceso.
6. Cuidado con los niños
Los adultos se dan cuenta cuando tienen mucho calor o están deshidratados, pero no es el caso de los niños. Por eso, los padres y abuelos son los responsables de evitar que sufran un golpe de calor o quemaduras por el sol. Por eso hay que encremarlos bien con protector y ofrecerles líquido seguido, además de tratar de que se queden a la sombra.
7. Escuchar al propio cuerpo
Antes de desmayarse, el cuerpo envía varias señales de advertencia. Si se marea o le duele la cabeza, vuelva a su casa o refúgiese en un lugar cerrado, tome líquido y refrésquese. Para quienes no tienen el hábito de beber agua existen aplicaciones para el celular que ayudan a recordar su ingesta, o incluso pueden usarse alarmas tradicionales.
D.S.
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