6/10/20

El planeta rojo y el nuestro protagonizan un acercamiento que no se repetirá en los próximos 15 años.

 


El siempre llamativo Marte, de luz rojiza-anaranjada y que se puede ver perfectamente a simple vista desde el anochecer hacia el noreste, se encuentra esta semana tan cerca de la Tierra como no volverá a suceder en los próximos 15 años. Esta madrugada, se produjo el mayor acercamiento; y al planeta vecino se lo vio deslumbrante desde el hemisferio sur. Esta noche, se lo podrá observar de manera similar. Ahora, ¿por qué se da este fenómeno?


Marte y la Tierra giran alrededor del Sol a diferentes velocidades (24 kilómetros por segundo y 29,8 km/s, respectivamente); y en órbitas diferentes. En función del periodo orbital en el que se encuentren, la distancia entre ambos mundos puede variar. Y en nada menos que millones de kilómetros.
Las órbitas de los dos planetas son ligeramente elípticas y no concéntricas (la de la Tierra es un poco más circular). Es por eso que, cada tanto, nuestro mundo y Marte se aproximan, Y después, vuelven a alejarse entre sí. El siempre llamativo Marte, de luz rojiza-anaranjada y que se puede ver perfectamente a simple vista desde el anochecer hacia el noreste, se encuentra esta semana tan cerca de la Tierra como no volverá a suceder en los próximos 15 años. Esta madrugada, se produjo el mayor acercamiento; y al planeta vecino se lo vio deslumbrante desde el hemisferio sur. Esta noche, se lo podrá observar de manera similar. Ahora, ¿por qué se da este fenómeno?
Marte y la Tierra giran alrededor del Sol a diferentes velocidades (24 kilómetros por segundo y 29,8 km/s, respectivamente); y en órbitas diferentes. En función del periodo orbital en el que se encuentren, la distancia entre ambos mundos puede variar. Y en nada menos que millones de kilómetros.
Las órbitas de los dos planetas son ligeramente elípticas y no concéntricas (la de la Tierra es un poco más circular). Es por eso que, cada tanto, nuestro mundo y Marte se aproximan, Y después, vuelven a alejarse entre sí.Para encontrar la menor distancia registrada, hay que “viajar en el tiempo” hasta 2003, cuando la Tierra y Marte estuvieron a 55,7 millones de km. Esto es porque si bien el fenómeno se da generalmente cada 15 años, también puede suceder cada 17.
Pero… ¿Qué representa una distancia así en el espacio? Para darse una idea, la Tierra está a 150 millones de km del Sol. Y de la Luna, por ejemplo, nuestro planeta está a “apenas” 380 mil km; o sea, una distancia de 0,26 millón de km.Esta noche, si está despejado, lógicamente, Marte se verá nuevamente con una muy importante magnitud, como si fuera un lucero. Pese a que cuando sale la Luna, cerca de la medianoche, le quita protagonismo en el cielo por su mayor brillo. Igualmente, ambos astros (La Luna y Marte) resaltan en un cuadro magnífico, de poesía.
¿Cómo ubicar a Marte a simple vista? Desde el anochecer, se lo puede ver bárbaro hacia el noreste (o sea, hacia donde sale el Sol, pero algo más hacia el norte); apenas, sobre el horizonte, no muy alto. Y a medida que avanza la noche, el planeta rojo se va desplazando hacia el oeste (por la rotación de la Tierra); y se lo puede observar hasta el amanecer.Ahora… ¿Cómo saber si lo que estamos viendo es Marte y no una de infinitas estrellas posibles? Al planeta que los romanos bautizaron como “el dios de la guerra” se lo distingue justamente por su luz rojiza-anaranjada.
Y como se trata justamente de un planeta, es decir un cuerpo opaco que no genera luz propia sino que refleja la del Sol (como lo hacen también la Luna, la Tierra y otros planetas junto con sus satélites), su brillo se percibe uniforme, constante; es decir que no titila. Esta es la principal diferencia con la luz que observamos de las estrellas, a la que vemos como en un ininterrumpido parpadeo.