En la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, existe una materia denominada "Mayor felicidad", dictada por el psicólogo israelí Tal Ben-Shahar que se convirtió en una de las cátedras más populares de la institución.
El objetivo de sus clases, en los que se analizan encuestas y estudios de campo, es que los alumnos pueden encarar sus vidas de una manera feliz y plena y sean capaces de trasladar esa sensación a todas las actividades que realicen, no solamente las académicas.
Algunos de los consejos que ofrece el docente:
Aceptar emociones: No hay que tener vergüenza de lo que sentimos. Si estamos tristes, o tenemos miedo, y lo ocultamos, esos sentimientos se reprimen y se acumulan, lo que a la larga devendrá en problemas mayores, como amargura o resentimiento. Lo mejor es dejarlos fluir.
Pensá en positivo: Si empezás a visualizar tus pensamientos de buena manera, serás mucho más feliz y vivirás más relajado. Incluso en los momentos más difíciles, mirá el lado positivo. La mente es poderosa y lo que piensas lo atraes.
Agradece todo lo que tienes: Muchas veces nos fijamos en lo que no tenemos y nos olvidamos por completo de dar las gracias por lo que pudimos conseguir. Escribí diez cosas que posees actualmente y que te dan felicidad. Convertí el agradecimiento en un hábito, eso te ayudará a atraer buenas energías a tu vida y verás todo con mayor optimismo.
Llená tu casa de recuerdos bonitos: Fotos de tus seres queridos, frases motivadoras, todo lo que te haga sentir felicidad, ¡bienvenido sea! Y ubicalos en lugares donde los puedas ver para revivir aquellos momentos o sentir inspiración.
Arréglate y sentite bien con vos mismo: Cuanto mejor te veas, cuanto más te preocupes por verte bien, mucho mejor te vas a sentir con vos mismo y vas a ver con otros ojos a los demás.
Realizá actividad diaria: Tan sólo treinta minutos por día de ejercicio es el mejor antídoto contra la tristeza y el estrés. Salí a caminar, correr, bailá en tu casa, pero ¡movete!
Gastar dinero en experiencias, no en cosas: Un estudio reveló que la gente se siente más feliz cuando invierte su dinero en viajes, cursos y clases en lugar de adquirir productos. A diferencia de los objetos que más tarde se gastan o se pueden desechar, esas experiencias permanecen imborrables en la memoria.
A medida de que estas ideas sean adquiridas como hábitos, más posibilidades tendremos de ser felices.
