Saber sus implicaciones puede ser clave como adultos y padres para que las experiencias que el alumno viva, ya sea niño o adolescente, sean del mejor aprendizaje posible.
A partir de esto es que el maestro puede tener una gran influencia en la vida del alumno, tanto de forma positiva como negativa. Si el maestro, ignorando su influencia, llegara a devaluar o reconocer al alumno, podría tener este recuerdo de por vida. Asimismo, el papel que el alumno tiene frente al maestro es distinto según la etapa de desarrollo, a continuación, una breve explicación:
Cambios esperados frente al rol de autoridad según la etapa de desarrollo:
-De 0 a 4 ó 5 años Niñez: Identificación tal como con los padres. Obediencia y búsqueda de aprobación. (para conocer más ver libro “Normalidad y Patología” de Anna Freud, en su explicación de las líneas del desarrollo).
-De 5 a 11 ó 12 años Infancia: Comienza la identificación con los iguales y la figura del maestro cambia con el paso de cada año.
-De 12 a 18 ó 19 años Adolescencia: Diferenciación de la autoridad para crear su propia autoridad, tendencia al reto.
Quisiera resaltar en este artículo que la clave de la relación maestro-alumno es ver de qué forma está implicado cada uno y que a partir de esto se pueda diferenciar, si existe una relación problemática, en qué grado está implicado cada uno y qué es lo que se puede hacer en ambas partes para que esa experiencia pueda servir de aprendizaje.
Como recomendación es importante estar al pendiente de qué forma los alumnos perciben a los maestros y porqué, y ver si es necesario algún tipo de cambio que permita que dicha relación logre su objetivo que es la enseñanza y el aprendizaje.
Lic. Ana Beatriz Banda López
Psicoterapeuta niños y adolescentes, Psipre, S. C.
Coordinadora del Depto. Infantil
Lic_ana@psipre.com
