15/6/22

CANSADO DE QUE TE TALADREN CON LA PALABRITA EMPATIA? La importancia de que seas tu prioridad; no es ser egoísta, es un acto de amor.


  Socialmente suele ser mal visto que las personas se preocupen por sí mismas, como si se tratara de un actuar poco humano porque los demás quedan de lado. Pero lo cierto es que velar por uno mismo es lo mejor que las personas pueden hacer, ya que, si están bien consigo mismas, pueden estarlo con quienes las rodean.
Pero lo más complejo de esta situación se resume en una palabra: culpa. Culpa porque se deja de complacer a otras personas. Culpa porque se aprende a decir no. Culpa porque se hace lo que se desea. En pocas palabras, cuidar de uno mismo parecería que es un premio que se tiene que ganar a costa de que los demás estén felices.
 
Pero expertos en el tema subrayan que esta decisión no es un acto egoísta, sino un acto de amor, de amor propio, porque las personas eligen conocerse para comprenderse a sí mismas y atender aquellos temas que les pueden estar generando inseguridad, tristeza, enojo o frustración.
Y el primer paso para dejar de sentirse mal por darse prioridad es entender cuánto vale uno como persona y aceptar que merece ese autocuidado. Adicionalmente, el portal Familias puntualiza que hay que tener presente que anteponerse igual implica tener beneficios y por ello explica por qué es urgente tomar esta decisión.
1. Autoconocimiento. A través de él, las personas descubren qué las hace felices y qué les apasiona, pero sobre todo qué les genera angustia o estrés. Muchas veces, es más difícil descubrir qué se quiere, pero cuando se sabe qué no se quiere y qué no vale la pena, la vida transcurre con más armonía porque las personas se enfocan en aspectos positivos que las ayudan a seguir en el camino y un día llegar a donde quieren, aunque todavía no saben dónde es eso.
2. Recargar energía. Ya sea dormir, ver una película, cocinar o bailar, lo más importante es disfrutar de la alegría que brindan esos momentos que podrían parecer insignificantes, pero que en realidad son los más valiosos. Y el motivo es claro: porque te ayudan a revitalizar tu ser, cargando energía, motivándote a ir tras lo que sueñas y alimentando tu allá, tu fe, tu espíritu.
3. Reconocer y aceptar las emociones. Ser vulnerable, mostrarse derrota o pedir ayuda suele costarles a las personas porque socialmente se vende la idea de que siempre se tiene que poder con todo. Así que, al dedicarse tiempo, las personas analizan y se analizan, cayendo en cuenta de que son humanas y tienen derecho a no siempre estar bien porque es parte de la vida.
4. Distinguir entre lo que se puede y no se puede cambiar o controlar. Hay una frase que dice “Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que puedo y sabiduría para reconocer la diferencia”. Así se resume este punto porque una de las claves para vivir una vida plena es entender que la magia de la vida radica en las sorpresas que esta ofrece porque pueden ser un reto, pero también una manera de aprender y crecer.
Puedes leer: Mamá esto, mamá aquello, mamá lo otro. Pero, quién cuida a mamá
5. Eliminar las ideas que no van con uno. La infancia es la etapa más importante de la vida porque es cuando las personas aprenden los aspectos más básicos, pero también con mayor impacto en la vida. Pero al crecer habrá ideas que no van con uno, y lejos de sumarte, te restan. Cuando esto ocurre, todas las personas están en el derecho de rearmarse, eligiendo aquello que les hace bien y les dará las herramientas para ser la persona que anhelan ser