7/6/22

LO QUE SIEMPRE TE PREGUNTASTE: A PARTIR DE CUANDO SOMOS VIEJOS


 Con el aumento de la expectativa de vida, la línea entre la adultez y la vejez se ha ido corriendo.
Las arrugas en la cara y el cabello encanecido son los principales signos externos del paso del tiempo.
Sin embargo, para considerar que somos viejos de verdad hay que tener en cuenta muchos otros factores.
Se suele hablar de la crisis de los 40 o los 50, cuando dejamos de ser jóvenes para ser definitivamente adultos mayores, pero la línea que separa la adultez de la vejez está muy difusa.
Un estudio de un grupo de expertas en psicología del envejecimiento del Colegio Oficial de Psicología de Catalunya abordó el tema y dio datos concretos.
Según las psicólogas Maria Luisa Lozano y Juana del Olmo, no hay una “crisis de los 70? ni otro momento de la vida que indique el final de una etapa y el comienzo de otra.
“Una persona se da cuenta de que se va haciendo vieja progresivamente. Es algo que viene paulatinamente y en una mente sana se toma como algo normal de la edad”, asegura.
Lo más importante que destaca esta investigación, es que ser anciano no es sinónimo que seamos viejos de verdad, o decrépitos.
“Existe la idea extendida de que ser mayor es sinónimo de dependencia, de ser un estorbo o de no ser útil”, dice Montse Celdrán, de la Universidad de Barcelona.
Independientemente de los cambios físicos, la vejez es una sensación personal: “El sentimiento de ser viejo es totalmente subjetivo”, dice el estudio.