•Cuenta la leyenda que la bella Eluney había sido elegida como la futura esposa de su hijo mayor. Pero Eluney estaba enamorada del valiente Mainque. Fue por ello que una noche sin luna huyeron de la toldería y enfilaron hacia el sur
llegando a la orilla del “Saladillo Chico”, donde se instalaron sintiéndose seguros de no ser hallados por los guerreros de la tribu.•Mainque fabricó una canoa y en ella salía a pescar. Él se ocupaba de conseguir los alimentos que Eluney cocinaba con mucha dedicación.
•Pasaron varios meses y, confiados de que no los seguían buscando, decidieron planificar la llegada de su primogénito.
•Cuando Eluney transitaba su séptimo mes de embarazo llegó el invierno, que se presentó muy frio y ventoso. Mainque, preocupado por el alimento para su mujer y su hijito por nacer, decidió embarcarse aguas arriba para conseguir buena pesca. Eluney le suplicó que esperara a que pasaran los días de viento y tormenta, pero Mainque ya había tomado la decisión y se embarcó en busca de comida.
•Eluney lo abrazo muy fuerte y le pidió que regresara pronto la tormenta se avecinaba. Pasaron varios días sin novedades de Mainque, hasta que aparecieron restos de la canoa. Ella miró al cielo muy enojada, comenzó a llorar desconsoladamente. Lloró sin parar durante nueve días. El cielo se sumó al llanto y la lluvia se sumó a sus lágrimas durante nueve días más. La tierra que rodeaba al “Saladillo Chico” empezó a hundirse, junto a ella se hundió y desapareció para siempre la bella Eluney y el hijo que llevaba en su vientre.
•En el lugar donde estaba la choza de la pareja, hoy encontramos la laguna “Indio Muerto”. Muchos pescadores aseguraron haber visto, en las noches de tormenta, la silueta de una pareja de aborígenes con su hijo en brazos emergiendo desde el fondo de la laguna.
