El magnesio se ha convertido en un aliado clave para la salud, con beneficios que impactan desde el sueño hasta el corazón. Este mineral, presente en alimentos como espinacas, almendras y aguacates, regula funciones esenciales en el cuerpo. Estudios recientes destacan su rol en la mejora del sueño, al favorecer la relajación muscular y reducir el estrés, lo que ayuda a conciliar un descanso profundo. Además, fortalece la memoria, ya que participa en la transmisión de señales neuronales, potenciando la función cognitiva.
En cuanto al corazón, el magnesio contribuye a mantener un ritmo cardíaco estable y a reducir la presión arterial, disminuyendo riesgos cardiovasculares. También alivia calambres musculares y puede mejorar el estado de ánimo al influir en la producción de serotonina. Sin embargo, su deficiencia, común en dietas modernas, puede causar fatiga, ansiedad o arritmias.
Los expertos recomiendan consumirlo a través de la dieta, aunque los suplementos son una opción bajo supervisión médica, ya que un exceso puede provocar diarrea o problemas renales. La dosis diaria sugerida varía: 320 mg para mujeres y 420 mg para hombres. Alimentos ricos en magnesio son ideales, pero factores como el estrés o el ejercicio intenso pueden aumentar la necesidad de este mineral. Incorporarlo de forma equilibrada es una estrategia sencilla para cuidar el cuerpo y la mente, promoviendo un bienestar integral.