SU DESCONTENTO LO EXPRESO CON UNA NOTA QUE HABLA SOBRE EL MONUMENTO QUE VAN A INAUGURAR EN LA PLAZA PRINCIPAL CON MOTIVO DEL BICENTENARIO DONDE,SEGÚN SU VISIÓN, LOS POLÍTICOS SE HOMENAJEAN ASÍ MISMOS.
LA CARTA A CONTINUACIÓN:
PLAZA 25 DE MAYO
Se puede leer en las noticias : “el 25 de mayo próximo, al cumplirse los 200 años de la Revolución de 1810, el Municipio de Saladillo descubrirá en la plaza principal un monumento referido a la histórica fecha.
El monumento en cuestión, llevará dos placas recordatorias de bronce. De un lado, figurará la imagen del Cabildo con los nombres de las autoridades de la Primera Junta de Gobierno. Del otro, la figura del Palacio Municipal (diseño que perteneció a Ibáñez Frocham) con los nombres de la Presidenta de la Nación, del Gobernador, del Intendente y de los concejales y consejeros escolares por orden alfabético”.
La verdad, estoy de acuerdo a medias con esta iniciativa. Me parece bien una placa que recuerde el Mayo de 1810, con la otra no tanto. ¿Por qué?, veamos: 1°) aunque no comparto el pensamiento político de Patricio López Mancinelli, me parece que su nombre también debería estar en esa placa, es de Saladillo, Diputado Provincial y fue electo por el Pueblo. 2°) Recorriendo la Plaza principal del Pueblo de Saladillo, lugar nuestro por excelencia, pude observar, a mi criterio, una excesiva representación política respecto de otras expresiones de la vida sociocultural del Pueblo. Ejemplo: tiene 12 monumentos, 9 tienen relación directa o indirecta con la política: Juan Domingo Perón, María Eva Duarte de Perón, Raúl Ricardo Alfonsín, Alejandro Armendáriz, Francisco Emparanza, Mariano Moreno, Manuel Belgrano y José de San Martín y otro que reza el Preámbulo de la Constitución Nacional y placa recordando el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el 25 aniversario de la recuperación definitiva de la Democracia argentina,
Un monumento a la Madre, otro dedicado al Pueblo, de los residentes en Mar del Plata, otro a los Reservistas muertos por la Patria y el mástil.
Un dato curioso tiene que ver con el estilo de identificar esos monumentos con placas recordatorias, hace 30, 40 o 50 años, comparados con las contemporáneas. Ejemplo: a la Comisión Popular de Festejos del 1° Centenario, no le interesó estampar algún nombre propio, está colocada en el frente de la Municipalidad y dice: Para el Centenario de Saladillo 1863-1963. “TRIBUTO DEL PUEBLO DE SALADILLO A LOS FUNDADORES”. Debajo de ésta hay otra que dice: “el Pueblo de Saladillo agradece al Sr. Gobernador de la Provincia de Buenos Aires Dr. Alejandro Armendáriz…” 1987.
Otras: “El Pueblo de Saladillo al Libertador Gral. José de San Martín en el centenario de su fallecimiento” 1950, “Homenaje del Pueblo de Saladillo a la MADRE 1965”, “Al creador de la Bandera Argentina, erigido por la Asociación Amigos de la avenida Belgrano, 1970, “A los Reservistas muertos por la Patria”, es decir, a ninguna autoridad política o social se le ocurría poner su nombre, solo les preocupaba rendir honores y homenajes a quien consideraban merecedores.
Pero las cosas fueron cambiando, vaya a saber por qué. En la era moderna las placas son cada vez más grandes debido a la cantidad de personas que se mencionan.
Buen ejemplo es el del mástil central, tiene dos leyendas talladas sobre el mármol que dicen: “El Pueblo de Saladillo a la Bandera, MCMXXXVII” y “Mástil erigido por suscripción pública a iniciativa del Consejo Escolar con la colaboración del Personal Directivo, Docentes y Cooperadoras Escolares”, que belleza, ni un solo nombre propio, que grandeza, humildad y despersonalizada era la política.
En los últimos años, en el mismo mástil se han colocado tres placas de bronce en alusión a la reforma de la Plaza, está plagado de nombres propios, en una de esas placas el nombre del intendente actual de Saladillo, aparece dos veces. En total el nombre del intendente se lee en seis oportunidades, ¿está mal?, ¿hay algo que lo impida?, no, solamente parece un poco sobreabundante. En el busto a Alfonsín están todos los nombres de Concejales y funcionarios.
La Plaza de Saladillo habla mucho de política.
La Plaza no habla de literatura, ciencia y tecnología, música, deporte, medicina. La Plaza de Saladillo no habla de amor, no hace referencia a las parejas que han sellado su amor en un banco de la Plaza, un primer beso, el desencanto de un amor no correspondido.
La Secretaría de Cultura organiza visitas guiadas en la Plaza. Desde luego que el guía podrá hablar de personalidades muy destacadas en la historia, por ejemplo, del Gral. José de San Martín, Gral. Manuel Belgrano, Dr. Alejandro Armendáriz, entre otros, pero el tema rondará siempre con la política. Estaba pensando, que importante sería que el guía pudiera detenerse frente a una hermosa placa de bronce y hablarle a los visitantes de otros temas, contarle sobre los doctores Alejandro Posadas, Eduardo de Santibañez, Jorge Lenzi, sobre el valioso aporte que han realizado a la medicina, que por ello han sido reconocidos mundialmente, hablarles de la Profesora Ethel Mariotto, Rosa García Costa y Luis Borracer, sobre su aporte a la literatura, de lo que significa para la ciencia y tecnología Augusto Cicaré, de la señora Susana Esther Soba todo lo que podría contar, Dios mío, de lo que lograron en el deporte Julio Moyano, Carlos Giustozzi, Julio J. Olarticoechea, Pancho Cirone. La Plaza principal no rinde homenaje a la música de Beneventano, Anibal Iocco, Julio Alberto, Pety López o Los del País, no habla del esfuerzo y sacrificio de los inmigrantes, de la nueva forma de hacer cine de Julio Midú y Favio Junco, de las enfermeras tita Iriarte y Ñata Vázquez, como tantas otras. En la Plaza no se oye ningún poema del Bocha Idoeta, ningún recitado de Cacho Guerini, no hay mentiritas piadosas de Mariano Di Carlo, no está Cuellito, tampoco Medina sentado en su banquito de lustra botas. La Plaza no dice nada del gordo Lara trayendo los pasajeros del tren hasta el hotel. No se escucha la voz de Lito Andriolo, no se lee la pluma de Volonté y las carcajadas que nos arrancaba desde la tele Ignacio Goñi, en su recordado telecómicos. La Plaza no habla de Luis García, desaparecido durante la dictadura militar, del empleado municipal, del obrero de la construcción, del chacarero que se levanta todas las mañanas a ordeñar la baca o surcar la tierra, del Padre Antonio Gradoazzo. Tampoco encontramos en la Plaza mención al Patrimonio histórico custodiado por el historiador Alberto Benitez y al reciente trabajo extraordinario del doctor Eduardo González con su Saladillo en Cepia. La Plaza no habla de educación, no menciona a Docentes como Aurora Canto, Carlos Davel, grandes directivos escolares como Julio Morena, del paso lento de los alumnos hacia la escuela. De los comerciantes y empresarios que invierten su dinero y generan puestos de trabajo, de los empleados, las amas de casa, de los dirigentes de instituciones sin fines de lucro, de ONG. Nada sobre la Policía, nada sobre Pedro Grecco y los bomberos voluntarios. ¡¡¡ Miren de todo lo que podría hablar un guía turístico frente a esta placa que no está!!!.
Qué lástima, qué pena, que oportunidad linda perdimos en este Bicentenario de la PATRIA. Se podría haber colocado una placa con en el nombre de estas personas y otras por supuesto, no puedo acordarme de todos ahora, para homenajearlas, para que la Plaza no solo hable de política, en fin para agradecerles por lo que han hecho por Saladillo y la Patria. Por eso el año pasado presente un proyecto y fue aprobado por el Concejo Deliberante, en el que solicito un monumento realizado por artistas locales para emplazar en la Plaza principal cuyo único motivo sea el de representar a todos, todos los vecinos de Saladillo de buena voluntad que le dieron y dan vida a este Pueblo.
Pero no, con la placa que se descubrirá, de la que sobre las personas no tengo nada para decir o decir que no lo merezcan, no estoy de acuerdo porque me parece innecesario repetir, redundar siempre con el mismo tema.
Después de esta recorrida histórica, incompleta por cierto, ¿no resulta insuficiente y mezquino estampar en el monumento del Bicentenario solo los nombres de un sector minúsculo, pretendiendo o arrogándose el derecho de ser los únicos merecedores del recuerdo inmortal de la vida y la historia de este querido Pueblo?.
Nuestra querida Plaza tampoco dice nada de los últimos Veteranos de guerra con vida que continuaron con la lucha por la independencia definitiva de nuestra Nación. La Plaza principal no dice nada de los dos Veteranos de guerra fallecidos que tiene este Pueblo, Jorge Silvestre y Héctor Gorosito.
Sería bueno que muy pronto la Plaza 25 de Mayo, hablara de todos y no sólo y siempre de algunos.
VIVA LA PATRIA DE TODOS.
Dr. Guillermo Ni Coló
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