El gobierno bonaerense decidió convocar a 1.000 policías retirados para reforzar las tareas de prevención del delito en distintas zonas del Conurbano. La decisión oficial busca mitigar la admitida falta de efectivos en la fuerza que, de acuerdo a distintas estimaciones, roza los 10 mil agentes.
Con esta medida, además, la administración de Daniel Scioli avanza en una decisión que ya aplicó en el caso del Servicio Penitenciario y con el mismo fin. En efecto, convocó a retirados de esa fuerza para que realicen tareas de custodias de edificios que venían realizando los policías.
Con ese mecanismo, la Provincia logró que unos 2.000 uniformados se sumaran a tareas de patrullaje en distintas zonas consideradas críticas.
El ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal, subrayó que "la decisión del gobernador Scioli apunta a generar los GOA (Grupos Operativos Adicionales) para que realicen tareas de prevención planificadas en el Conurbano bonaerense".
En rigor, el llamado a policías retirados era una de las alternativas que Casal y Scioli venían analizando en las últimas semanas y que ayer ambos funcionarios terminaron de definir antes de que el mandatario emprendiera un viaje a Italia (ver aparte).