La avena es "el cereal" por excelencia, muy nutritivo, reconstituyente y una de las mejores fuentes de energía que existen como alimentos.
Contiene hidratos de carbono, minerales (magnesio, calcio, zinc y potasio), oligoelementos, aminoácidos, proteínas de alto valor biológico, hierro, fósforo, vitamina B1, B2, E y fibra soluble.
La avena en el desayuno representa la opción más saludable, y otorga sensación de saciedad durante varias horas. Además, puede combinarse con otras comidas en cualquier momento del día: en sopas, en guisos, como espesante de salsas, e incluso como sustituto del pan rallado para rebozar milanesas.
Entre los múltiples beneficios de la avena, sobresale su bajo contenido en sodio y en grasas saturadas, así como su fibra soluble, que contribuye a descender los niveles de colesterol y de azúcar en las personas diabéticas.
Además, ayuda a equilibrar el sistema nervioso central, disminuyendo la fatiga y el stress.
Consumir periódicamente avena también previene la osteoporosis, la hipertensión, los problemas de tiroides, el estreñimiento, mejora la digestión y el tránsito intestinal.
