14/9/22

El motivo psicológico por el que le damos tantas vueltas a las cosas



La salud mental se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los factores clave para mantener un buen estado de salud general, ya que se ha demostrado que el estado mental afecta directamente a la salud física.



De hecho, los pensamientos intrusivos, dar demasiadas vueltas a las cosas o estancarse en las mismas preocupaciones puede acabar por afectar a nivel psicológico y físico.

Así lo explica el psicólogo Tomás Navarro en su libro Piensa bonito (Zenith): "El pensamiento tiene siempre la última palabra. Somos esclavos de nuestros pensamientos y estamos a sus órdenes. Pueden ayudarnos a expandir nuestra vida o bien pueden limitarla. Esta es la diferencia entre los animales y nosotros, que tenemos el cerebro más desarrollado y donde se genera el pensamiento", explica el autor en una entrevista para Infosalus.
El motivo por el que se le damos vueltas a una misma cosa

"Nuestro cuerpo es todo uno y el estrés está relacionado con el sistema inmunitario, por ejemplo. Entonces si interpreto cosas que no son, genero en mi un estrés innecesario, lo que me puede llevar a enfermar en última instancia", añade el experto.

Cuando se dan demasiadas vueltas a una misma cosa, es posible que esos pensamientos acaben por influir en nuestra salud, generando estrés, nervios o, incluso, ansiedad o depresión.

Además, hay que saber que la mayoría de los pensamientos intrusivos, a los que más vueltas se dan, suelen ser irracionales, repetitivos. Esto es debido a que se busca darle una respuesta a un problema o preocupación que, de forma general, solo existe en nuestra mente.

También, en esos pensamientos recurrentes, intentamos buscar una solución para calmar nuestro estado de nervios, una solución que solo es momentánea, ya que poco después suelen volver a surgir los mismos pensamientos, creando de nuevo el estrés y los nervios. No es fácil salir de ese círculo vicioso.
Consejos para evitar darle tantas vueltas a las cosas

Así, es importante prender a pensar bien y a saber distinguir y separar los pensamientos que son racionales de aquellos que nos perjudican y no nos dejan seguir adelante.

Tomás Navarro indica al mismo medio un total de ocho errores a evitar para liberar la mente del exceso de pensamientos y no darle demasiadas vueltas a las cosas:

    No pensar demasiado rápido: pensar rápido es uno de los errores de pensamiento que condicionan nuestra vida, ya que pensar bonito lleva tiempo.
    No pensar superficialmente: la mente aconseja en muchas ocasiones que dejes las cosas como están para poder evadir un tema que preocupa y, así, volver a relajarse. La clave está en pensar consciente, profundo y analítico.
    Confía en ti y en tus posibilidades.
    No dar importancia a lo que es irrelevante: en muchas ocasiones, lo que nos sucede no depende de nosotros y, por tanto, no lo podemos cambiar. Sin embargo, sí que se puede cambiar la forma de percibir y de interpretar esas cosas que nos pasan para poder tomárnoslo de manera diferente.
    No limitar tus alternativas: no hay que dejar que los pensamientos y las opiniones de las personas que nos rodean influyan más en nosotros que nuestros propios pensamientos.
    No creer todo lo que piensas: muchas veces, la intuición falla, por lo que no siempre hay que dejarse llevar por pensamientos rápido y que no están consolidados.
    No sacar conclusiones ni tomar decisiones cuando no estás bien.
    No generalizar: es otro de los errores más comunes, que también influye en los pensamientos irracionales.

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