La NASA y la NOAA informaron que el agujero de ozono antártico se redujo en 2025 y podría recuperarse para finales de este siglo. Este año fue el quinto más pequeño desde 1992, cuando entró en vigor el Protocolo de Montreal, que elimina progresivamente las sustancias agotadoras de ozono. Esta medida ha dado frutos, aunque lentamente. Paul Newman, del Centro Goddard de la NASA, indicó que
Los agujeros de ozono son regiones de drástico adelgazamiento estacional, causados principalmente por gases como los CFC de origen humano. Entre septiembre y octubre alcanza su pico sobre la Antártica; este año promedió 18,71 millones de km² y su máxima extensión el 9 de septiembre fue de 22,86 millones de km², un 30% menor al récord de 26,60 millones en 2006. Se está cerrando tres semanas antes de lo habitual en la última década, según la NASA.
“El monitoreo de este año mostró que los controles del Protocolo de Montreal impulsan la recuperación gradual de la capa de ozono, en camino a una recuperación completa a finales de siglo”, afirmaron científicos de NASA y NOAA. La capa de ozono protege como un “escudo solar” contra la radiación UV dañina, cuya reducción aumenta daños en cultivos, cáncer de piel, cataratas y otros efectos adversos para la salud.